El Herreriano recorre 50 años de trabajo de Luis Cruz

D.V.
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La muestra 'A la vida ávida' repasa la producción pictórica y visual del artista vallisoletano

Presentación de la exposición 'A la vida ávida' en el Museo Patio Herreriano de Valladolid. - Foto: Europa Press

El Museo Patio Herreriano de Valladolid presenta la exposición 'A la vida ávida' con la que ofrece un recorrido "coherente y bien fraguado" a través de más de cincuenta años de producción pictórica y visual del artista vallisoletano Luis Cruz Hernández en una "cuidada" propuesta que compone un mundo plástico de gran riqueza material y expresiva.

A partir de este sábado y hasta el 19 de octubre, las paredes del centro museístico vallisoletano acogen las pinturas de estilo 'collage' de un artista cuya trayectoria está definida por la "búsqueda de la aventura, el riesgo, la experimentación y la ironía", según se ha puesto de manifiesto durante la presentación de la muestra que se ha celebrado este viernes y ha contado con la participación de la concejala de Educación y Cultura, Irene Carvajal.

Precisamente, la responsable municipal de Cultura ha destacado la "gran generosidad" de este artista "tan relevante" por permitir al centro museístico exponer su obra que sirve para cerrar una semana "llena de emociones" en la capital del Pisuerga tras haber recibido el Ayuntamiento un reconocimiento por su mecenazgo cultural.

En el acto también ha intervenido el director del Museo Patio Herreiano, Javier Hontoria, quien ha señalado que esta exposición se debería haber ofrecido antes a los vallisoletanos por la "enorme relevancia" del pintor, si bien su "obsesión casi absurda" por conseguir que las exhibiciones tengan "coherencia" ha hecho que no se haya producido hasta este momento.

Por ello, ha destacado el "gran trabajo" de todos los implicados en una muestra "soberbia" que reúne más de cincuenta años de obras pictóricas a través de una instalación "de lo más coherente".

Juego de espejos

Esta exposición, dividida en dos recorridos, muestra en la sala 7 obras de mediano pequeño formato. En la sala 6, las obras de gran formato se distribuyen en dos estancias en un juego de espejos, ya que la diferencia aparente entre estilos no constituye por sí misma una ruptura conceptual para el autor.

Pero no sólo importa la pintura para describir los cincuenta años de trayectoria de Cruz Hernández: no hay acción o gesto paralelo al cuadro que no haya sido nutrido por un profundo sentido de la sorpresa y lo lúdico, y, así, la exposición se complementa con un amplio archivo de catálogos, ilustraciones, fotografías, postales, carteles o serigrafías que amplifican, como testimonio de los cambios de época, el sentido de una obra en constante experimentación.

Formado en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, Luis Cruz fue invitado en 1977 a participar en la representación española de la XIV Bienal Internacional de São Paulo.

A raíz de esta experiencia, constituyó el grupo Bienal junto a Fernando Bermejo, Domiciano Fernández, Rafael Baixeras, Fernando Sánchez Calderón, Óscar Benedí y Mon Montoya, activo entre 1979 y 1981.

Aunque por entonces su trabajo entroncaba con lo que los críticos o historiadores llamaron la Nueva Figuración y el neoexpresionismo abstracto, lo cierto es que su obra pictórica no ha dejado nunca de nutrirse de nuevos códigos.

A lo largo de las décadas ha incorporado metodologías como las impresiones sobre el lienzo, el collage, papeles con motivos y patrones, dibujos, recortables o referencias a veces explícitas y otras veladas a la propia tradición pictórica.

A través de un espacio representativo que se confunde con la propia vida, en la obra de Luis Cruz Hernández conviven, en un equilibrio tan irónico como enigmático, los milagros y las tentaciones de los santos, las villas pompeyanas, la psicodelia brasileña, los mercadillos ambulantes, los chamarileros y los circos, la amistad, los paraísos de la infancia, los viajes por el cielo y el desierto o los juguetes aislados del tiempo y el espacio.

Su obra ha sido expuesta individual y colectivamente en la Fundación Calouste Gulbenkian (Lisboa), la Muestra de Pintura Española Contemporánea (La Habana), en Línea, Espacio y Expresión en la Pintura Española (Buenos Aires), así como en Art Basel, Art Contact, Chicago Art Fair, FIAC - París, ARCO, el Centro Cultural de la Villa de Madrid, Art Cologne y Alten Wartesaal (Colonia), Art Miami, el Instituto Cervantes de París, la Casa de las Conchas (Salamanca), la Iglesia del Monasterio del Prado (Valladolid), MUSAC, o las galerías 4 Gats, Casa del Siglo XV, Ferrán Cano, Kreisler Dos, Carré Blanc, Akie Arichi, Redies, Evelio Gayubo, Rafael Ortiz, Siboney, Galería 57, Metta, Trama o Javier Silva, entre otras. Además, su obra pertenece a las colecciones del Museo Reina Sofía (Madrid), Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo), Colección Unión Fenosa, Colleció Testimonio-Caixa D'Estalvis (Barcelona), la Colección Norte, de Cantabria, Ayuntamiento de Valladolid, Colección Caja Burgos, Junta de Castilla y León o la Fundación Ernesto Ventós | Es Baluard (Mallorca).



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