"No fue un epílogo de Suárez ni un prólogo de González. Fue un momento clave de la Transición". Así lo subrayaron este sábado los catedráticos José-Vidal Pelaz López (Universidad de Valladolid) y Pablo Pérez López (Universidad de Navarra), autores del libro Consolidar la democracia. El gobierno de Leopoldo Calvo-Sotelo (1981-1982), durante su presentación en la Feria del Libro de Valladolid. La obra, publicada por Marcial Pons Historia con la colaboración de la Fundación Transición Española, reivindica la figura y el legado de un presidente que gobernó en el momento más frágil de la joven democracia española.

Junto a los autores participó en el acto Leopoldo Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín, hijo del expresidente y letrado del Consejo de Estado, que aportó una mirada personal a la obra, agradeciendo su carácter sereno, riguroso y "tranquilizador". "Este no es un libro de aluvión –ironizó con un guiño al humor de Peridis–, sino fruto de una lenta y cuidadosa filtración documental", apuntó, tras recordar el acceso otorgado a los archivos familiares como clave de la investigación.

El ensayo, que recopila fuentes inéditas, entrevistas y documentación oficial, propone una revisión minuciosa de un periodo marcado por el intento de golpe de Estado del 23-F, la construcción del modelo autonómico, la entrada en la OTAN y la consolidación institucional del Estado democrático.

Para los autores, la presidencia de Calvo-Sotelo estuvo marcada por una lógica "de ingeniero más que de mago": menos retórica y más solidez estructural. "Frente a la magia política de Suárez –dijo Pérez López–, Calvo-Sotelo aportó un liderazgo técnico y prudente, capaz de apuntalar la arquitectura democrática frente al seísmo del 23-F".

Pelaz recordó que el libro surgió en Valladolid, tras unas jornadas sobre la Transición que les permitieron conversar con el propio Calvo-Sotelo en el castillo de Fuensaldaña. "Su etapa, hasta hoy, había sido olvidada por la historiografía. Muchos de sus logros –como el pacto autonómico o la estrategia para la entrada en la OTAN– fueron después asumidos por otros gobiernos", defendió.

La presentación incluyó también una reflexión sobre la vigencia del legado del expresidente. "Es llamativo –dijo Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín– que la pertenencia de España a la OTAN, uno de los ejes de su mandato, sea hoy uno de los pocos consensos intactos entre los grandes partidos". No ocurre lo mismo, señaló, con la cuestión territorial, "el único gran problema que sigue sin resolver desde la Segunda República".

El libro también aborda las dificultades internas del gobierno: la fragmentación de UCD, el fracaso en el control del partido y la amarga derrota electoral de 1982, que marcó el final de una etapa política. A pesar de ello, los autores coinciden en que su figura merece el reconocimiento como "uno de los padres fundadores de nuestra democracia".

La obra, de más de 700 páginas, se convierte así en la primera gran monografía dedicada al gobierno de Calvo-Sotelo, y también en un ejemplo de cómo la historia, cuando se hace con rigor y perspectiva, puede ayudar a comprender mejor un presente cada vez más incierto. "No hay ciencia que haga del todo inteligible el presente –concluyó Calvo-Sotelo Ibáñez–, pero el buen oficio de los historiadores puede recordarnos que hay momentos mejores de convivencia y disensión".